- Nueva Ley Federal Antimonopolio y de Competencia Económica con mayores sanciones y vigilancia estricta: Se endurecen las multas y penalizaciones para empresas que incurran en prácticas monopólicas, fortaleciendo la capacidad del regulador para intervenir en casos de concentración excesiva de mercado.
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Regulación de mercados digitales y telecomunicaciones: Se establecen nuevas disposiciones para evitar abusos de dominancia en sectores estratégicos como fintech, telecomunicaciones y plataformas digitales, asegurando una competencia más equitativa.
La reciente iniciativa de la Ley Federal Antimonopolio y de Competencia Económica, presentada por el diputado Alfonso Ramírez Cuéllar en la Cámara de Diputados, ha desatado un intenso debate en México sobre el futuro de la regulación económica y la promoción de la competencia en el país.
Esta propuesta busca reemplazar la actual Ley Federal de Competencia Económica y establecer nuevas directrices para combatir prácticas monopólicas y fomentar mercados más equitativos.
Principales propuestas de la iniciativa de la Ley Federal Antimonopolio y de Competencia Económica
Uno de los puntos centrales de la iniciativa es la creación de la Agencia Nacional para la Competencia y el Bienestar Económico, un organismo que contaría con amplias facultades de supervisión y sanción, y que reemplazaría tanto a la Comisión Federal de Competencia Económica (COFECE) como al Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT).
Este nuevo ente tendría la capacidad de imponer multas más severas a las empresas que incurran en prácticas anticompetitivas, con sanciones que podrían alcanzar hasta el 20% de los ingresos acumulables del grupo infractor en casos de colusión, y hasta el 10% por abuso de poder dominante.
Además, la propuesta busca redefinir la política de competencia en México, otorgando al nuevo organismo facultades más amplias para supervisar y sancionar conductas monopólicas. Esto incluye la posibilidad de realizar investigaciones de oficio, implementar medidas preventivas y sancionar con mayor rigor a los actores que limiten la competencia en el mercado.
La iniciativa ha sido recibida con cautela por parte del sector empresarial y expertos en la materia. Algunos analistas advierten que el exceso de intervencionismo y la incertidumbre jurídica podrían desalentar la inversión y afectar negativamente la innovación y el crecimiento económico. Se argumenta que, en lugar de repetir errores del pasado, la legislación debería enfocarse en promover inversiones que fortalezcan las infraestructuras digitales y generen desarrollo económico y bienestar para la población.
El Impacto en el mercado de telecomunicaciones
Uno de los sectores que podría verse más afectado por la nueva legislación es el de telecomunicaciones, donde la regulación ha sido un factor clave en la configuración del mercado actual. De acuerdo con un reporte de The CIU, a pesar de la existencia de medidas para reducir la concentración de mercado, Telcel sigue dominando con una participación del 61.2%, mientras que AT&T y Movistar se reparten el 15.3% y el 21.8%, respectivamente.
La propuesta de ley podría generar nuevos criterios de regulación que impacten directamente a estos jugadores, ya sea limitando su poder de mercado o incentivando mayor competencia a través de nuevas condiciones para operadores entrantes.
Actualmente, los criterios para determinar agentes económicos preponderantes están basados en la participación de mercado medida en términos de usuarios o suscriptores. La propuesta busca ampliar estos parámetros para incluir variables como ingresos y rentabilidad.
Este ajuste es crucial, considerando que el sector telecomunicaciones ha sido un motor clave del crecimiento económico en México. Según datos de The CIU, mientras la economía nacional creció un 1.2% en 2024, el sector telecomunicaciones registró una tasa de crecimiento del 3.8%, 3.2 veces superior al promedio del país. Este desempeño demuestra la importancia de contar con un marco regulatorio equilibrado que fomente la competencia sin desincentivar la inversión.
Desde la reforma en telecomunicaciones, el sector ha mostrado avances en términos de competencia y reducción de tarifas. Sin embargo, los expertos advierten que una sobrerregulación podría frenar el dinamismo del mercado y desalentar nuevas inversiones, especialmente en infraestructura.
Comparación internacional y lecciones para México
A nivel internacional, México ha sido reconocido por tener leyes antimonopolio más estrictas que algunos de sus pares. Sin embargo, sectores como la banca y las telecomunicaciones siguen estando altamente concentrados, lo que se traduce en precios más elevados para los consumidores en comparación con otros países. En mercados desarrollados, la regulación ha sido utilizada como una herramienta para incentivar la competencia sin generar incertidumbre para las inversiones.
En países como Estados Unidos y la Unión Europea, la supervisión antimonopolio se ha centrado en prevenir prácticas abusivas sin interferir en la dinámica del mercado. En contraste, la propuesta mexicana podría otorgar poderes excesivos a la nueva agencia reguladora, lo que genera preocupaciones sobre posibles excesos o decisiones que puedan afectar la estabilidad de ciertos sectores estratégicos.
Desafíos y Consideraciones Futuras
Uno de los principales desafíos en la discusión de la iniciativa es el papel de la regulación asimétrica, especialmente en sectores con fuerte concentración de mercado. Mientras que en zonas urbanas con alta densidad de usuarios puede justificarse una regulación más estricta para evitar monopolios, en regiones rurales y semiurbanas el problema principal es la falta de infraestructura y servicios.
Por ello, es crucial que la nueva ley contemple medidas que incentiven la inversión en estas áreas, garantizando una competencia efectiva y el acceso universal a servicios esenciales. De lo contrario, una regulación demasiado estricta podría terminar desincentivando la entrada de nuevos competidores, perpetuando la concentración en el mercado y afectando a los consumidores.
La propuesta de la Ley Federal Antimonopolio y de Competencia Económica representa un esfuerzo significativo por redefinir el marco regulatorio de la competencia en México. Si bien su objetivo es fortalecer la supervisión y sanción de prácticas anticompetitivas, es fundamental encontrar un equilibrio entre la intervención estatal y la promoción de un entorno favorable para la inversión y la innovación.
El reto para los legisladores será diseñar un marco que garantice la competencia sin generar incertidumbre en sectores estratégicos. La discusión y eventual aprobación de esta ley deberán considerar las particularidades del mercado mexicano y las lecciones aprendidas de experiencias internacionales para lograr un equilibrio que beneficie tanto a los consumidores como a los actores económicos.