- La industria móvil reduce su huella de carbono pese a un boom en la conectividad global
- La migración a tecnologías más eficientes como 5G permiten consumir menos energía por unidad de datos transmitidos.
Entre 2019 y 2023, el tráfico de datos móviles se multiplicó por cuatro, las conexiones aumentaron un 9%, pero las emisiones de carbono cayeron un 8%. ¿Cómo logró la industria romper el vínculo entre crecimiento y contaminación?
Mientras que la mayoría de las industrias del mundo continúan luchando por reducir su huella ambiental, la industria móvil global acaba de dar una lección de eficiencia climática.
Según el más informe Mobile Net Zero de la GSMA, las emisiones operativas del sector móvil cayeron un 8% entre 2019 y 2023, a pesar de un contexto de crecimiento acelerado en conectividad: más dispositivos, más redes, más tráfico de datos.
Este avance coloca al sector en una posición singular: está logrando lo que se conoce como un “desacoplamiento” entre crecimiento económico (en este caso, digital) y emisiones de gases de efecto invernadero. Mientras tanto, las emisiones globales han aumentado un 4% en el mismo periodo.
“Nuestros hallazgos muestran que la industria móvil no está haciendo greenwashing ni greenwishing, está actuando con hechos”, afirmó Steven Moore, jefe de Acción Climática de GSMA. “Pero el ritmo de progreso debe ahora duplicarse”.
Claves del cambio: eficiencia, energía renovable y modernización
El progreso no ocurrió por casualidad. Detrás de la caída en las emisiones hay una serie de medidas estratégicas adoptadas por los operadores móviles en todo el mundo:
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Transición hacia energías renovables: en 2023, el 37% de la electricidad utilizada por los operadores que reportan a CDP (Carbon Disclosure Project) provino de fuentes limpias, evitando así 16 millones de toneladas de CO.
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Modernización de redes: el desmantelamiento de infraestructuras obsoletas (como antenas 2G o 3G) y la migración a tecnologías más eficientes como 5G permiten consumir menos energía por unidad de datos transmitidos.
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Reducción del uso de generadores diésel, especialmente en zonas rurales de países en desarrollo, reemplazándolos por soluciones solares o híbridas.
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Almacenamiento y gestión inteligente de energía, con baterías de mayor duración y mejores prácticas operativas.
¿Quién lidera la carrera verde?
El informe destaca que el liderazgo en reducción de emisiones es regional. Europa es la región con mejor desempeño, con una reducción del 56% en las emisiones operativas de sus operadores móviles. Le siguen:
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Norteamérica, con una caída del 44%.
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América Latina, con una reducción del 36%.
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China, el mayor mercado de telefonía móvil del mundo, logró en 2024 su primer descenso registrado: un 4% menos de emisiones operativas.
Este patrón sugiere que tanto países desarrollados como emergentes están avanzando, aunque con ritmos distintos. La GSMA celebra el progreso, pero advierte que el esfuerzo debe acelerarse si se quiere cumplir con las metas de descarbonización global.
El desafío del 7,5% anual
A pesar del descenso observado, la GSMA advierte que la velocidad actual no es suficiente. Para que el sector móvil cumpla con su objetivo de alcanzar emisiones netas cero en 2050, debe reducir sus emisiones en un 7,5% cada año hasta 2030. La estimación preliminar para 2024 es de una caída del 4,5%, lo que representa un progreso pero aún por debajo del umbral necesario.
Además, el informe pone el foco en un componente más difícil de reducir: las emisiones de Alcance 3, es decir, aquellas que provienen de la cadena de suministro, la fabricación de dispositivos y su transporte. Este tipo de emisiones representan más del 67% del total del sector y no dependen directamente de los operadores, sino de fabricantes, distribuidores y usuarios.
Teléfonos reacondicionados y consumidores conscientes
Una forma de atacar las emisiones de Alcance 3 es alargar la vida útil de los dispositivos. Y en ese sentido, el mercado de teléfonos reacondicionados está en auge:
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El 90% de los consumidores prioriza la durabilidad y posibilidad de reparación de los dispositivos móviles.
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Un 50% de los usuarios considera activamente comprar teléfonos reacondicionados.
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Estos generan entre 80% y 90% menos emisiones que los nuevos.
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Se estima que el mercado de reacondicionados podría alcanzar los 150 mil millones de dólares para 2028.
Este cambio de mentalidad en los consumidores podría ser una de las piezas clave en la reducción de emisiones futuras. La economía circular empieza a ser también un negocio rentable.
El futuro: colaboración, regulación y planificación
El informe de GSMA concluye con un llamado a la acción conjunta. Para sostener y acelerar los avances actuales, se requiere:
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Mayor acceso a fuentes renovables, sobre todo en países donde el suministro energético aún depende del carbón o el petróleo.
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Certidumbre regulatoria, que permita a los operadores planificar inversiones a largo plazo.
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Colaboración transversal, que incluya gobiernos, fabricantes, tecnológicas y usuarios.
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Planes de transición climática sólidos, que integren metas medibles y compromisos de reducción más allá de lo operativo.
Tecnología y sostenibilidad, ¿una dupla viable?
El caso del sector móvil es una prueba de que la tecnología puede expandirse sin agravar la crisis climática, siempre que haya planificación, inversión e innovación.
Aunque aún queda mucho por hacer —y las metas son exigentes—, este sector se perfila como uno de los primeros en demostrar que el crecimiento económico no tiene que ir de la mano de un aumento en las emisiones.
La transición energética no es solo responsabilidad de las grandes industrias contaminantes: también depende de cómo usamos y gestionamos las redes, los dispositivos y la infraestructura digital que ya forman parte integral de la vida moderna.