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Telefónica México: su salida reducirá la competencia en un sector dominado por América Móvil (65%) y AT&T (22%), abriendo espacio para nuevos jugadores como Millicom o inversionistas de capital privado. La venta también afectará precios, calidad del servicio y el despliegue de redes 5G, que en México apenas alcanzará el 12% en 2025.
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Impacto financiero y estratégico para Telefónica: La operación forma parte de una estrategia global para reducir deuda (actualmente 3.2x EBITDA) y enfocarse en mercados clave como España, Alemania, Reino Unido y Brasil. Se espera que la venta aporte entre USD 2,000 y 2,500 millones, permitiendo reasignar hasta USD 650 millones anuales en inversiones para 5G y servicios digitales en Europa y América Latina.
La decisión de Telefónica de desprenderse de su operación en México responde a una estrategia global de la compañía española para enfocarse en los mercados europeo y brasileño, al tiempo que busca reducir su nivel de deuda y financiar la expansión de su red 5G. La operación impactará la dinámica competitiva, el entorno regulatorio, los consumidores y el posicionamiento geopolítico de Telefónica, en un país donde la compañía es el tercer operador móvil con 20 millones de usuarios, el 90% de ellos en la modalidad prepago.
La transacción, gestionada por JP Morgan y White & Case, se espera concretar entre abril y mayo de 2025.
Menos competidores tradicionales y apertura para nuevos jugadores con la salida de Telefónica México
La salida de Telefónica reconfigura un mercado donde América Móvil y AT&T concentran el 65% y el 22% de participación, respectivamente. No obstante, este escenario podría generar oportunidades para operadores regionales como Millicom (Tigo), que ya ha mostrado interés en activos de Telefónica en Colombia, o para inversionistas de capital privado enfocados en infraestructura.
Bajo este antecedente, cualquier comprador deberá realizar inversiones en modernización de infraestructura para competir, especialmente en el despliegue de fibra óptica y redes 5G, donde la cobertura en México apenas alcanzará el 12% en 2025.
La mayor concentración en el sector podría derivar en aumentos de tarifas a mediano plazo, en contraposición con los principios de la Reforma de Telecomunicaciones de 2013. Sin embargo, algunos analistas destacan que la fragilidad financiera de Movistar, con márgenes operativos del 8% frente al 35% de Claro, la hacía un competidor con escasa influencia en la dinámica del mercado. Paradójicamente, la operación podría estabilizar las tarifas si el nuevo propietario prioriza la rentabilidad sobre la participación de mercado.
La Comisión Federal de Competencia Económica (COFECE) deberá analizar si la venta afecta la competencia, particularmente en segmentos como el internet empresarial, donde Telefónica aún mantiene una presencia residual. En el pasado, las autoridades han favorecido la entrada de nuevos actores, como ocurrió con AT&T en 2015, pero el contexto actual presenta retos adicionales:
- Redistribución del espectro: Telefónica posee el 30% del espectro en las bandas de 700 MHz y 2.5 GHz, cuya reasignación podría fortalecer a jugadores emergentes como Altán Redes.
- Compromisos de cobertura: El comprador deberá asumir las obligaciones de servicio universal que tenía Movistar, lo que podría desincentivar el interés de empresas con menos capacidad operativa.
Consecuencias económicas y financieras
La salida de un inversionista de esta magnitud (1.2% del PIB del sector comunicaciones) podría generar:
- Afectaciones en la balanza de pagos: Se estima una reducción de inversión extranjera directa en el sector de hasta USD 800 millones anuales.
- Empleo: A pesar de que Telefónica ya redujo su plantilla en un 40% desde 2020, aún persisten riesgos de ajustes adicionales tras la venta.
- Dependencia tecnológica: El nuevo operador probablemente optará por infraestructura de proveedores no europeos, como Ericsson o Huawei.
La compañía busca disminuir su apalancamiento, actualmente en 3.2 veces su EBITDA, para mejorar su calificación crediticia. La venta de operaciones en México, junto con procesos similares en Argentina y Colombia, podría contribuir significativamente a esta meta.
Reducción de deuda = ? (Valor de venta de países) – Costos de transacción
Se estima que México aportará entre USD 2,000 y 2,500 millones, lo que permitiría cubrir cerca del 18% de la deuda neta global de la empresa.
Por otro lado, las repercusiones fiscales con la reciente reconfiguración del portal del SAT, aunque no directamente vinculada, refleja un entorno fiscal volátil. La venta de activos por parte de una empresa extranjera implicaría:
- Impuesto sobre la renta: Aplicación del 30% sobre las ganancias de capital, considerando que Telefónica México tiene un valor contable de aproximadamente USD 1,500 millones.
- IVA en la transferencia de activos: Posible imposición del 16% sobre equipos e infraestructura, aunque existen mecanismos de compensación para operadores en expansión.
Estrategia futura de Telefónica
Bajo la dirección de Marc Murtra, Telefónica se enfocará en Alemania, Reino Unido, Brasil y España, que en conjunto representan el 75% de sus ingresos globales. La desinversión en México permitirá:
- Mayor inversión en 5G: Redirigir hasta USD 650 millones anuales que antes se destinaban a América Latina.
- Crecimiento en servicios empresariales: Potenciar áreas como cloud computing y ciberseguridad, donde Europa ofrece márgenes de rentabilidad del 42% frente al 19% de las telecomunicaciones tradicionales.
La experiencia de Telefónica en México evidencia las dificultades de operar en mercados latinoamericanos con una regulación asimétrica:
- Costo regulatorio elevado: Cumplir con la Reforma Telecom ha costado a la empresa aproximadamente USD 120 millones anuales desde 2014.
- Dificultades para consolidar operaciones: La imposibilidad de vender su unidad latinoamericana en su conjunto en 2020 obligó a la compañía a recurrir a estrategias país por país.
Impacto para consumidores y empleados
Los 20 millones de clientes de Movistar enfrentarán diferentes escenarios:
- Transición sin sobresaltos: Si el comprador mantiene la infraestructura existente (ej. AT&T), la cobertura 4G/5G podría mejorar progresivamente.
- Cambio radical: Un operador bajo modelo OMV podría reducir costos, pero con menores incentivos para la innovación.
- Deterioro del servicio: En caso de que el comprador sea un fondo de inversión sin experiencia en telecomunicaciones, la calidad podría verse afectada.
Ajustes laborales y sindicales
Aunque no se han revelado cifras exactas, la venta podría derivar en:
- Renegociación de contratos colectivos: Actualmente cubren al 85% de los 3,200 empleados de la empresa.
- Movilidad internacional: Algunos empleados clave podrían ser transferidos a operaciones en Europa o Brasil.
Perspectivas geopolíticas y de inversión extranjera
Señales para mercados emergentes
La retirada de Telefónica puede interpretarse como:
- Falta de confianza en el entorno regulatorio mexicano, derivada de disputas con la COFECE y el IFT.
- Prioridad en mercados con mayor estabilidad jurídica, como Brasil, donde las condiciones para inversión en infraestructura son más favorables.
Potenciales alianzas internacionales
Dada la ubicación estratégica de México, es posible que empresas extranjeras consideren ingresar al mercado a través de alianzas:
- Inversión china: Huawei o ZTE podrían asociarse con operadores locales para acceder al mercado norteamericano.
- Capital estadounidense: Fondos de inversión y pensiones consideran la infraestructura de telecomunicaciones como un activo atractivo en la era postpandemia.