-
Con una red de fibra óptica en expansión y mayor adopción de servicios pospago, el sector puede redefinir sus prioridades de crecimiento
-
La integración de soluciones OTT, TI y servicios empaquetados abre nuevas vías para fidelizar usuarios y mejorar márgenes.
- Las compañías apuestan por la estabilidad operativa, el mercado pospago y nuevos servicios digitales para sostener su crecimiento
La industria de telecomunicaciones en México se encuentra en una encrucijada. Luego de un periodo de fuerte inversión entre 2020 y 2023, el sector enfrenta un escenario incierto que impactará en su rumbo entre 2025 y 2027. Las empresas comienzan a replantear sus estrategias ante factores como la próxima revisión del T-MEC y la reciente centralización regulatoria bajo la nueva Agencia de Transformación Digital y Telecomunicaciones (ATDT).
Según la consultora Fitch Ratings, tanto operadores móviles como fijos han comenzado a ajustar sus planes de gasto de capital, por el temor a un entorno económico más volátil.
Un contexto complejo
Uno de los mayores riesgos es la posible depreciación del peso mexicano en el contexto de negociaciones comerciales, lo que encarecería los insumos importados y complicaría el pago de deuda externa, que representa más del 50% del pasivo financiero de empresas como América Móvil, Televisa y Total Play.
El panorama no es negativo, pero sí de cautela. La agencia crediticia prevé una estabilidad relativa en el sector durante los próximos dos años, apoyada por una creciente demanda de servicios, en particular de Internet fijo, cuya red de fibra óptica continúa expandiéndose. La baja penetración actual sigue ofreciendo oportunidades de crecimiento, aunque los márgenes podrían verse presionados por la competencia y las restricciones presupuestarias.
En el segmento móvil, el cambio hacia planes pospago representa una estrategia defensiva frente a un mercado tradicionalmente dominado por el prepago, más expuesto a los vaivenes económicos y a la competencia de operadores móviles virtuales. Sin embargo, el bajo dinamismo del mercado de televisión de paga continúa arrastrando a empresas como Televisa, que ha perdido suscriptores por dos años consecutivos.
El entorno regulatorio es otro factor clave de incertidumbre. La creación de la ATDT ha despertado dudas entre los actores del sector, especialmente por la ausencia de un cuerpo técnico colegiado que supervise aspectos críticos como la concentración de mercado o las concesiones. Aunque desde el Senado se han hecho promesas de reformar la Ley en Materia de Telecomunicaciones y Radiodifusión para modernizarla.
Una meseta en la inversión
La inversión ya muestra signos de desaceleración. En 2024, el gasto del segmento fijo creció apenas 0.7% respecto al año anterior, y en el primer trimestre de 2025 se registró una caída de 1.51%. Esta tendencia sugiere una postura conservadora por parte de las compañías, que priorizan la eficiencia operativa y la gestión de costos en lugar de la expansión agresiva.
En este contexto, Fitch destaca que las compañías que logren integrar servicios digitales, como plataformas OTT y soluciones de TI, tendrán mayor capacidad de fidelizar usuarios y agregar valor a largo plazo. Agrupar ofertas de conectividad con contenido y servicios tecnológicos podría convertirse en un diferenciador clave frente a la competencia.
La etapa que se abre para las telecomunicaciones mexicanas será de ajustes estratégicos. Con márgenes bajo presión, un entorno regulatorio en desarrollo, y posibles sacudidas económicas externas, las empresas del sector deberán moverse con prudencia, pero también con visión para capitalizar las oportunidades que ofrece el mercado.