¿Qué es la IFT-12? Todo sobre su polémica en México

  • ¿Qué es la IFT-12?: La licitación, diseñada por el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) para asignar espectro radioeléctrico, enfrenta críticas por recortes presupuestales, cuestionamientos a su transparencia y tensiones políticas, especialmente con la Agencia de Transformación Digital y Telecomunicaciones (ATDT), que busca frenar el proceso para beneficiar a Altán Redes con la banda de 2.5 GHz.
  • Impacto y desafíos: La IFT-12 es clave para el despliegue de 5G en México, pero su éxito está en riesgo por la ausencia de la banda de 3.5 GHz, los altos costos asociados a la banda de 2.5 GHz y la posibilidad de excluir a zonas rurales de las mejoras en conectividad, lo que genera incertidumbre sobre el futuro del sector.

Qué es la IFT-12La Licitación IFT-12 es un proceso clave en el sector de las telecomunicaciones en México, liderado por el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT). Su objetivo principal es asignar 2,223 bloques de espectro radioeléctrico para mejorar la cobertura y calidad de los servicios de acceso inalámbrico en el país.

Esta licitación incluye bandas esenciales como la Banda L (1427-1518 MHz) y la Banda PCS (1850-1995 MHz), así como otras frecuencias que podrían potenciar el despliegue de tecnologías avanzadas como 5G. Sin embargo, la IFT-12 ha generado una controversia significativa debido a factores técnicos, políticos y económicos que plantean dudas sobre su implementación y su impacto.

¿Por qué es polémica la IFT-12?

La controversia en torno a la IFT-12 tiene varios frentes:

  1. Recortes presupuestales al IFT: La administración actual ha reducido considerablemente el presupuesto del IFT, lo que ha puesto en duda su capacidad para llevar a cabo una licitación tan compleja. Este recorte también ha reavivado las preocupaciones sobre la autonomía del IFT y su papel como regulador independiente, eso sin mencionar que el Gobierno mexicano ya ha aprobado la desaparición del actual ente regulador.
  2. Críticas a la transparencia: Voces críticas, incluyendo figuras políticas como Claudia Sheinbaum, han cuestionado la transparencia del proceso. Alegan que la falta de claridad podría comprometer la certidumbre jurídica y desalentar la participación de operadores clave en el mercado.
  3. Desafíos políticos: La IFT-12 no solo es un tema técnico, sino también un campo de batalla político. La nueva Agencia de Transformación Digital y Telecomunicaciones (ATDT), que pronto sustituirá al IFT, ha manifestado su oposición a la licitación. Este conflicto refleja tensiones entre el gobierno federal y los organismos autónomos, con implicaciones para la dirección futura del sector.
  4. Impacto en los usuarios: Las decisiones en torno a la IFT-12 podrían afectar directamente a los usuarios finales, especialmente en áreas rurales. Si las obligaciones de cobertura no se implementan adecuadamente, estas comunidades podrían seguir sin acceso a servicios de calidad.

El conflicto por la banda de 2.5 GHz

Uno de los puntos más álgidos del debate gira en torno a la banda de 2.5 GHz, codiciada por su capacidad para mejorar los servicios 4G LTE y facilitar el despliegue de 5G. La ATDT, con apoyo de la Consejería Jurídica de la Presidencia, busca detener la licitación argumentando que esta banda debería ser gestionada directamente por el gobierno y entregada a Altán Redes, una empresa público-privada que opera la Red Compartida.

El IFT, por su parte, defiende que la IFT-12 cumple con la Ley Federal de Telecomunicaciones y Radiodifusión (LFTR) y que el proceso fue diseñado para maximizar el beneficio del mercado. No obstante, la resistencia del gobierno pone en riesgo su implementación, destacando una pugna que podría tener repercusiones significativas en el sector.

El papel de Altán Redes

Altán Redes, operador de la Red Compartida y respaldado financieramente por el gobierno, es un actor central en este conflicto. La empresa busca acceder a la banda de 2.5 GHz sin pasar por el proceso de licitación, licitación que ha sido esperada durante al menos 6 años por parre de la industria de las telecomunicaciones en México.

Altan Redes argumenta que esta banda es clave para su capacidad de ofrecer servicios, especialmente a través de alianzas con operadores móviles virtuales como Bait, de Walmart. Sin embargo, la preferencia del gobierno por Altán también ha generado críticas sobre posibles beneficios desleales y la falta de un enfoque competitivo.

Implicaciones de la IFT-12

La IFT-12 representa una oportunidad crucial para el desarrollo de las telecomunicaciones en México, pero también expone los retos que enfrenta el sector:

  1. Competitividad y eficiencia: La asignación de espectro en un proceso transparente y competitivo es esencial para garantizar que los recursos se utilicen de manera eficiente y beneficien a los usuarios finales.
  2. Cobertura en áreas rurales: Si las obligaciones de cobertura no son suficientemente estrictas, las zonas más vulnerables podrían quedar excluidas de las mejoras en conectividad.
  3. Tensiones regulatorias: La transición hacia la ATDT podría redefinir la forma en que se gestionan las telecomunicaciones en México, lo que genera incertidumbre para los operadores y los inversores.
  4. Costos del espectro: Las diferencias en los costos de uso entre la banda de 2.5 GHz y la de 3.5 GHz también son un punto de discusión. Aunque la banda de 3.5 GHz es más económica, su ausencia en la IFT-12 podría limitar el éxito de la licitación.

La IFT-12 es un ejemplo de cómo las telecomunicaciones en México enfrentan un momento de transformación marcado por la política, la economía y la tecnología. Su desenlace no solo determinará la forma en que se asigna el espectro radioeléctrico, sino también el rumbo futuro del sector y su capacidad para cerrar la brecha digital en el país. Las próximas semanas serán decisivas para el destino de la IFT-12 y su impacto en el mercado mexicano.

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