Por Ana María Yumiseva
La mayor operadora de telefonía fija de Brasil, Oi, se acogió a la ley de quiebras para poder renegociar con la ayuda de la Justicia su deuda por 65.400 millones de reales (unos 18.685,7 millones de dólares).
La solicitud de protección de la empresa, la tercera más grande a nivel latinoamericano, corresponde a la mayor bancarrota de la historia de este país, destacó el diario Folha.
La cuarta operadora del país acumula una deuda de unos 65.400 millones de reales (19,260 millones de dólares).
El recurso, presentado en Río de Janeiro y que aún debe ser juzgado, se introdujo ante los “obstáculos enfrentados por la administración de la compañía para encontrar una alternativa viable juntos a sus acreedores”, añadió.
“Considerando los desafíos generados por la situación económica financiera de la empresa a la luz del cronograma de vencimiento de sus deudas y las amenazas a sus cofres por inminentes embargos o bloqueos en procesos judiciales, y teniendo en cuenta la necesidad de adoptar de urgencia medidas de protección, Oi concluyó que la presentación del pedido de recuperación judicial sería la medida más adecuada en este momento”, explicó la empresa en un comunicado.
La deuda de Oi es la mayor entre las empresas brasileñas que han solicitado la llamada recuperación judicial, como es conocida en Brasil la protección por la ley de quiebras o concurso de acreedores.