- El dato surge de un estudio de Mastercard, que releva el impulso de la inclusión financiera en América Latina.
A más de tres años de la pandemia mundial, Mastercard publicó un nuevo informe, “El estado de la inclusión financiera después de COVID-19 en América Latina y el Caribe: nuevas oportunidades para el ecosistema de pagos”, que demuestra la adopción generalizada de productos y servicios financieros digitales en siete países de América Latina (Argentina, Brasil, Colombia, El Salvador, Guatemala, México, Perú) y los desafíos que subsisten entre quienes todavía están fuera del sistema financiero.
Realizado en conjunto con Americas Market Intelligence (AMI), el reporte destaca que si bien la mayoría (79%) de los latinoamericanos tuvo acceso a productos financieros básicos entre 2020 y 2023, el 21% todavía está excluido. En este marco, el estudio asegura que todavía hay margen para que logren un nivel más avanzado de inclusión financiera.
Una de las principales conclusiones del estudio tuvo que ver con el uso de los teléfonos móviles para realizar transacciones financieras. Los resultados fueron sorprendentes: con una penetración del 80% en la región, la telefonía móvil ahora es parte integral del proceso de pago: 88% de los consultados indicaron que usan sus teléfonos celulares para realizar transacciones y la mayoría (55%) prefiere usar un canal móvil para abrir una cuenta.
Otros insights relevantes
Acceso al crédito: Si bien 58% de los latinoamericanos tiene tarjeta de crédito, apenas 3 de 10 tiene acceso a otras formas de crédito, como préstamos, seguros o productos de inversión.
La inclusión financiera no se distribuye de manera uniforme: sólo 59% de los encuestados de bajos ingresos y 40% de los encuestados que viven en las afueras de las grandes ciudades indicaron tener una cuenta.
Los gobiernos nacionales desempeñaron un papel instrumental en la promoción de la inclusión financiera: 15% de los encuestados indicó que accedió a su primera cuenta de ahorro/depósito gracias a la digitalización de la asistencia gubernamental.
Los consumidores siguieron subiendo los peldaños de la escalera de la inclusión financiera: adoptando productos como inversiones, seguros y soluciones Buy Now Pay Later (Compre ahora, pague después) a mayor velocidad.
La situación de las finanzas digitales y el dinero en efectivo: Si bien el uso de efectivo para los gastos de todos los días disminuyó en favor de los métodos de pago digitales, los consumidores viven en una era en la que el efectivo convive con los métodos de pagos digitales. 25% de los consultados respondió que, antes de COVID, usaban efectivo para cubrir más del 75% de sus gastos mensuales; en 2023 este número bajó a 15%.
El uso de efectivo: En todos los países, se puede observar una baja en el uso de efectivo para más de la mitad de los gastos mensuales de los consumidores. Específicamente, Argentina reportó una disminución del 20%, Brasil y México registran las reducciones más drásticas (-17%) y en Perú y El Salvador, sabidos por estar en una etapa más temprana de digitalización, la reducción fue menos dramática, con 8% y 5% respectivamente.
El rol de la aceptación de los pagos: A pesar de esta baja alentadora, el dinero en efectivo es todavía el método de pago diario más usado, lo que refleja el importante papel que juegan los pequeños comercios y el transporte público en la aceptación de los pagos digitales.
El pivote digital de las pequeñas empresas: La mayoría de las pequeñas empresas consultadas (92%) reportaron aceptar algún tipo de pago digital. Por mucho, el método de pago más aceptado es P2P o transferencia bancaria (82%), seguidos por los mercados en línea (33%) y el código QR (32%) en tercer lugar. Y, sin embargo, estos números también indican altos niveles de informalidad y el uso de cuentas personales, puesto que las plataformas mencionadas no requieren que el comercio esté formalizado.
Incentivos del ecosistema: Destronar al dinero en efectivo requiere de un examen más detallado de parte de los proveedores de pagos digitales, para crear soluciones que ofrezcan incentivos relevantes a los pagadores, los consumidores y los comerciantes.