- Los pequeños operadores de telecomunicaciones demandan reglas claras y mayor participación en el mercado
- El debate por la nueva Ley de Telecomunicaciones es el marco ideal para escuchar las propuestas de todos los actores del ecosistema
En el Senado mexicano se abrió un nuevo capítulo en la discusión sobre el futuro de las telecomunicaciones. Durante el segundo conversatorio sobre la iniciativa de Ley en Materia de Telecomunicaciones y Radiodifusión, representantes del sector, académicos y funcionarios se pronunciaron por un acceso más equitativo al espectro radioeléctrico y un respaldo claro a los pequeños operadores, quienes hoy enfrentan un escenario altamente concentrado y desigual.
El foco del debate: acceso al espectro y concentración
Uno de los principales puntos de conflicto es el acceso al espectro radioeléctrico, un recurso estratégico que, según los participantes, ha sido controlado históricamente por unos cuantos grandes jugadores. Los pequeños operadores reclaman que la actual iniciativa no garantiza condiciones reales de competencia ni acceso justo a este insumo esencial.
La vicepresidenta de relaciones gubernamentales de Ericsson para América Latina, llamó la atención sobre los altos costos del espectro en México, advirtió que esta carga económica frena la inversión en infraestructura, particularmente en zonas rurales, y propuso que la nueva ley incorpore el concepto de “conectividad significativa”: un acceso seguro y asequible a servicios digitales.
Sobre la recién creada Agencia de Transformación Digital y Telecomunicaciones (ATDT), también hay alguna dudas. Algunos expertos del sector rpoponen que las decisiones se tomen desde un órgano autónomo, que tome decisiones de forma colegiada y con criterios técnicos.
Según un estudio de The Competitive Intelligence Unit, los altos costos del espectro son una barrera para la conectividad en México; porque han aumentado más de 350% en 10 años, mientras que los precios internacionales han bajado.
El reclamo de los pequeños operadores
Jimena Ferráez Ramos, presidenta de la Cámara de Pequeños Operadores de Telecomunicaciones, sintetizó las demandas del sector en cinco propuestas concretas:
-
Definir legalmente qué es un pequeño operador.
-
Crear un comité especializado que los represente y regule.
-
Incluirlos en proyectos de conectividad social.
-
Asegurarles un acceso equitativo al espectro.
-
Establecer una estratificación en las concesiones comerciales.
La consigna es clara: los pequeños operadores no buscan privilegios, sino reglas justas que les permitan competir, expandirse y llevar conectividad a comunidades que hoy están fuera del mapa digital.
El contexto regional
México no es un caso aislado. En América Latina, las telecomunicaciones están marcadas por una alta concentración de mercado. Pocas empresas controlan la mayoría del espectro, los servicios móviles y la infraestructura, lo que limita la competencia, encarece el servicio y deja a millones sin conexión.
En ese contexto, las voces que se alzaron en el Senado coinciden en un punto: sin una reforma que promueva la inclusión, diversifique a los operadores y garantice el uso eficiente del espectro, el acceso universal a las telecomunicaciones seguirá siendo una promesa incumplida.
La nueva ley de telecomunicaciones representa una oportunidad decisiva. Pero si se mantiene el modelo actual, será difícil cerrar la brecha digital. La inclusión, el equilibrio regulatorio y la apertura del espectro son los pilares que muchos exigen para democratizar el acceso a un servicio que hoy es tan esencial como el agua o la electricidad.